sábado, 29 de agosto de 2020

A mi muerte


Ya la muerte me ha rozado tantas veces
que la encuentro seductora en su cortejo
mas no espero en su abrazo prematuro
lo prefiero
bien postrero,
bien lejano,
bien añejo.

Ya la muerte me ha mostrado su semblante
de jardines perfumados y arroyuelos
más no quiero de sus aguas la dulzura
prematura
la prefiero
bien distante
bien ausente
por ahora.

Y si el día que se acaben ya mis días
se me acerca
y se avecina
vestiré mi más calida sonrisa
y sin prisa
le daré el más tierno de mis besos
en su frente
y en sus manos
con mis manos
pintaré mi más cándida caricia
con pericia

Con entrega
y con pericia.

jueves, 9 de julio de 2020

Noche gótica

El sol se hunde en el horizonte lejano
y se apaga el día
interruptor que mengua lentanente
dando paso a nocturnos vaivenes
con sus titillantes luces y su disco blanco
de un blancor opaco y tenebroso

La noche 
la noche se viste de gala
para pasearse por todo el continente
vertiendo su oscuridad sombría 
que aniquila los colores 
entre fragores ventisqueros
y debilidades inminentes. 

La noche 
la noche es un derroche de tinieblas 
de olores poderosos 
de sonidos manifiestos 
de lúgubres sensaciones 
y temores y temblor de piernas. 

Miedos en estampida 
recorren cada milímetro de piel
en esta noche horrenda 
de almas en pena y cuitas y pesares 
y condenas aleatorias. 

De noche 
las goteras crispan los nervios 
y cualquier ínfimo crujido 
enciende todas las alarmas de la mente 
incluso el viento asusta con su silbido 
que parece venir desde ultratumba. 

De noche 
la tierra es más oscura
los árboles son sombras
sombras que mueven sus ramas fantasmales 
como tentáculos depredadores
en busca de rostros nerviosos y adormilados. 

El sol desaparece tras el horizonte lejano
se apaga el día 
interruptor que mata los colores 
abriendo paso a un sin fin 
de pesadillas infrahumanas

lunes, 29 de junio de 2020

La muerte vuela

La muerte vuela en alto con alas extendidas
con sombras de silencios y gritos de cegueras
la muerte vuela en alto, buscando una presencia
disuelta en los espejos que guiñan a la luna

Y un franco deterioro se acuesta lujurioso
al lado de rendijas por donde escapa el alma.
Y llueve desde adentro con lágrimas de inercia
con labios que dibujan sus dos ceráceas muecas.

La muerte que alza el vuelo, por sobre las cabezas
de tanta gente ingenua, ignara del destino
con alas extendidas, se acerca sigilosa
y entrega su caricia cubriendo las heridas
que causan sufrimiento...
en cualquier momento


miércoles, 17 de junio de 2020

Hipocondría


Dolores que se vuelven amigables
de tanto soportarlos de continuo
que cuando ya se van los extrañamos
con cierta dejadez de masoquismo.

Dolores que te lanzan a un abismo
de suerte que la muerte se avecina
queriendo ese consuelo naufragado
en aguas de torrentes tumultuosos.

No sé si este dolor es impaciente
o si es que siendo yo el impenitente
no puedo ya pensar en otra cosa
aparte de ésta pena muy curiosa.

Me duele hasta pensar en nimiedades,
dejando de pensar me duele el alma
así este acompañante tan leal
me sigue a todas partes todo el tiempo.

Dolor que me acompañas tiernamente
aleja de tus garras mi simiente.


Polvo sobre polvo

Polvo sobre polvo
y bajo el polvo, sueños.

Deseos desprendidos de conciencias
heridas por el paso de los años.
Retazos de añoranzas extraviadas
y ruegos destrozados por la vida.
Quimeras que se extienden sin piedad
dejando sus cadencias de alegría
atadas a cadenas de nostalgia
henchidas de mortal melancolía

Polvo sobre polvo
y bajo el polvo, espera.

Regresan ansiedades vagas
queriendo amamantar proyectos.
Y vuelven los deseos desnudos
buscando atravesar ensueños
y plumas con la tinta seca
reescriben nuevos versos mudos.
Los versos de escondrijos sordos
que están en madrigueras sucias.

Polvo sobre polvo
y bajo el polvo, llagas.

Dolores que se afianzan tanto
que ya casi el dolor es socio.
Ahora nos inunda el ocio,
y llueve con ahínco franco
aún cuando hay un sol de oro.
Dolores que no paren llanto
dolores que son medicina
amarga como un viejo espanto.

Polvo sobre polvo
y bajo el polvo, herencia.


martes, 2 de junio de 2020

Laberintos



Laberintos que aparecen de la nada
construyendo recovecos imposibles,
sin esquinas, sin salidas admisibles, 
son atascos de una mente desahuciada.

Laberintos que se forjan cual balada
de silencios, por demás, inaccesibles.
Atascados en momentos impasibles
no vertemos ni una lágrima callada.

Laberintos de tendencia al infinito
que se esconden, contingentes, tras de un mito
a la espera de las luces de esperanza.

Desengaño persistente que se afianza
en las sendas de ilusiones consumidas
como ortigas, como hiedras absorbidas

Se retuercen como sierpes venenosas
las paredes de este vasto laberinto 
y no quedan ni razón ni ciego instinto 
que me saquen, finalmente, de estas fosas. 

Y entre limbos, y entre lógicas facciosas
se debaten las censuras de un precinto
cuyo sello no parece tan distinto
a las luces de quimeras fantasiosas. 

Lobreguez que no disipa su existencia 
ni siquiera ante la luz de la conciencia. 
Y es en esta oscuridad que me extravío. 

Laberinto tenebroso, duro y frío 
como eterna pesadilla que no cesa. 
Laberinto en que mi mente queda presa.

domingo, 29 de marzo de 2020

El miedo se afianza

Jirones de piel bañados en sangre,
curtidos de tierra, tendidos al viento,
y luego una espera sin más firmamento
que oscuras plegarias sin una respuesta.

Las calles desiertas, los vidrios al suelo,
pedazos de carne mordidos por ratas
demuestran lo inútil de toda esperanza
y el miedo se afianza
¡Y el miedo se afianza!

Las puertas roidas que baten y baten
el cierzo que gime su adusto lamento
la lluvia que moja memorias podridas
y un vasto silencio que grita pesares.

Las flores marchitas
se cubren de amianto
y el raro rocío no es más que otro llanto.
Guirnaldas de espinas
ceñidas al duelo
se clavan en frentes heridas de rabia
y sangre y más sangre
que tiñe el infierno
sacude sin pausa las almas en pena.

Las penas, las quejas,
dolores y angustias que muestran sus armas
y un vano deseo de irse muy lejos.

Y toda bonanza no es más que ilusión.
Y el miedo se afianza.
El miedo... ¡se afianza!

sábado, 14 de marzo de 2020

Imperio de sombras


Obscura oscuridad atenazante
que envuelve por doquier con su negrura
mostrándome su tétrico talante.

Embiste desalmada y muy segura
con sorna y con total alevosía
vulnera mi razón y mi cultura.

Las sombras se acumulan en jauría
de perfidos delirios y temores
que atacan sin piedad el  alma mía.

Y en medio de los álgidos fragores
causados por un miedo persistente
se cuelan los más lúgubres olores.

Y luego se desata nuevamente
la furia del horror exasperado
cercando sin piedad la propia mente.

Obscuro es el dolor desesperado
de ver alguna luz algo clemente
en este vendaval inusitado.

Y el cierzo cuyo frío ya se siente
hundirse en esta piel de dura escama
fustiga con gemido de insolente...

La obscura oscuridad que me difama
resuelve con penumbras su misterio
y plena de pavores me reclama.

Absorto en este triste cautiverio
perdido y alejado de la vida
esclavo de las sombras y su imperio

Soy todo lo que queda de mi herida
soy sólo lo que resta de mi espanto
y siento que me hundo en la caída
de abismos cuyo fondo está en mi llanto

jueves, 12 de marzo de 2020

Ansiedades



Una noche de espanto, una noche sin tregua
una noche de llagas y escorpiones y arañas
entre telas tejidas por la tétrica bruma
con ausencia de luna.

Una noche de llanto y quejidos ahogados,
una noche sin fin de escondido quebranto.
Tan oscura que nada se vislumbra en la vía.

¡Qué silencios macabros! ¡Qué chillidos horrendos!
Con las calles desiertas, soledades perpetuas
las ventanas que crujen y el golpear de las puertas
por un cierzo que gime y se lamenta y se entrista.

De la paz que serena ¡ no se ve ni una arista!

El silencio macabro y el chillido espantoso
de las niñas que gritan su dolor sin reposo.

Madre mia, madre Santa,
cuánta angustia te embiste
cuánta angustia te embosca
y si tiemblan las hojas también tiembla tu cara

Madre mia madre santa
cuánta pena te envuelve como venda sagrada
y la angustia persiste y se tiñe de abrojos
de tu grata alegría solo quedan despojos.

Las esquirlas del miedo que te horadan el alma
las tinieblas se ajustan a tu metro y medida
y no quiere la vida
ni una sola plegaria
ni siquiera un acaso, ni si quiera un tal vez.

Y los vientos atroces
con sus silbos tenaces, con sus lloros y cuitas
con sus ruidos mordaces y sus hondos pesares
y tu mente aflijida que de pronto palpita.

Y en la calle, la salma que se esconde en rincones
en esquinas tullidas por adustos faroles
y un silencio de tumbas y un chillido de muerte
que te hiela la sangre, que te quita la suerte
y la acera es de hiel y la calle es de lata.

Y la piel se te eriza, la pupila dilata
sus oscuros deseos de escapar de la nada
de escapar y correr sin siquiera saber
hacia dónde diriges esos pasos veloces
con qué mueves tus pies
sin que quieras hacerlo,
sin siquiera lo notes.

Los silencios macabros, los chillidos horrendos
que te hielan la sangre, que te erizan la piel
se repiten sin tregua en la noche sin luna
y no puedo entender lo que tanto te asusta.

Lo que tanto me inquieta, lo que tanto me abruma
lo que eriza mi piel.

Lo que siempre me angustia y me eriza la piel...

viernes, 24 de enero de 2020

Vicio



El tormento de los vicios 
que incineran poco a poco
a los restos de una vida
que se apaga lentamente. 

Displicente 
es saberse convertido
en esclavo de adicciones 
entre mil contradicciones
y un sinfín de excusas vanas. 

Y las llanas mocedades 
de unos tiempos ya perdidos
nos recuerdan las verdades
de un futuro de ostracismos
y de mil banalidades. 

Cuánto vale ese respiro
cuánto más la bocanada 
de humaredas clandestinas
y de falsas alegrías 
de placeres infelices 
y de vagos malestares. 

Prepotente es el pulmón 
que resiste y que se entrega
en su mansa vocación 
de apilarse de alquitranes
disfrazado de cartón. 

Y el corazón 
este músculo cardíaco, 
no el cantado por poetas, 
no el de flechas de cupido, 
no! no es ese el corazón 
que se encierra en sus ahortas… 

Cuando pueda deshacerme 
de grilletes y cadenas 
tal vez entonces
pueda respirar el sano oxígeno 
sin el humo acompañante 
cuál gigante desleal
inhumano y placentero.

Jungla pluvial



Las sombras de la noche se deslizan hacia el alba
se oscurecen los silencios
los rumores de la vida
se desenvuelven con las ansias
de sobrevivencia desesperante

Es la selva
es la jungla
es su insidia desplegada
bajo el follaje que ondulante
se repliega ante los vientos y la lluvia. 

Fresca lluvia 
muy ruidosa
es ésta lluvia que desciende de los cielos
como cántaros de lágrimas sin ojos. 

Y la noche se eterniza con violencia
con una oscuridad de mil tinieblas 
y salpica el orbe todo con sus sombras reversibles 
y se entrega pulcra y virgen,
 la foresta, a sus encantos. 

Ya no quedan tantos
de esos días juveniles
en que el mundo todo entero
nos cabía en la palma de una mano. 

Ya no quedan de esos días 
nada más que los recuerdos 
las memorias malheridas por borrosas discrepancias
y venenos consumidos por el alma
gota a gota
resentimiento tras resentimiento…

jueves, 9 de enero de 2020

Pesadillas



Ratas escalando mis brazos
ratas subiendo por mis piernas
ratas en mi pecho y en mi espalda
ratas de ojos rojos y y brillosos
ratas de fauces dentadas
cubriendo todo mi cuerpo.

Y yo inerme, quieto, estático e inmóvil
me descubro prisionero
de mi estado fisiológico.

Encerrado en esta cárcel muscular
entre huesos y barrotes epidérmicos
yo inútil, yo imberbe, yo en silencio
gritando a todo pulmón y sin volumen
no despierto.

No consigo despertar!

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Luna amarilla *

Luna amarilla
vuelo de ardilla
sobre la astilla
de un " no te quiero"

Por ser sincero
(la vida apesta)
perdí la apuesta,
nada te cuesta
servir el vino
y en el camino
mirar atrás

Que por demás
el dulce olvido
no lo he querido
en mi desván.
Vienen y van
tantas memorias
llenas de euforias
y de terneza.

Y mi cabeza
quiere estallar
como ese mar
que a la tormenta
hácele afrenta
sin miramientos
y al que los vientos
besan las olas
con sus farolas
relampagueantes.

Son intrigantes
estos momentos
de sentimientos
en soledad
y la verdad
que se me escapa..
Ya sin mi capa
de supermán
vienen y van
dulces memorias
con sus euforias
y agrios recuerdos
de desacuerdos.

Luna amarilla
casi me pilla
esta tristeza
casi pereza
toda apatía
Y no eres mía.

Luna de arcilla 
marca la milla
del sinsabor 
falto de amor

Regalos del infierno


Tamborileo de gotas sobre el asfalto
tiqueteo de lluvia sobre la tristeza
lágrimas cayendo de nubes grises
nubes negras cubriendo cielos interiores.

Y el viento no es brisa fresca,
es tornado y huracán este viento
portador de traumas
y conflictos y complejos
como si fueran regalos
del mismisimo infierno.