domingo, 29 de marzo de 2020

El miedo se afianza

Jirones de piel bañados en sangre,
curtidos de tierra, tendidos al viento,
y luego una espera sin más firmamento
que oscuras plegarias sin una respuesta.

Las calles desiertas, los vidrios al suelo,
pedazos de carne mordidos por ratas
demuestran lo inútil de toda esperanza
y el miedo se afianza
¡Y el miedo se afianza!

Las puertas roidas que baten y baten
el cierzo que gime su adusto lamento
la lluvia que moja memorias podridas
y un vasto silencio que grita pesares.

Las flores marchitas
se cubren de amianto
y el raro rocío no es más que otro llanto.
Guirnaldas de espinas
ceñidas al duelo
se clavan en frentes heridas de rabia
y sangre y más sangre
que tiñe el infierno
sacude sin pausa las almas en pena.

Las penas, las quejas,
dolores y angustias que muestran sus armas
y un vano deseo de irse muy lejos.

Y toda bonanza no es más que ilusión.
Y el miedo se afianza.
El miedo... ¡se afianza!

sábado, 14 de marzo de 2020

Imperio de sombras


Obscura oscuridad atenazante
que envuelve por doquier con su negrura
mostrándome su tétrico talante.

Embiste desalmada y muy segura
con sorna y con total alevosía
vulnera mi razón y mi cultura.

Las sombras se acumulan en jauría
de perfidos delirios y temores
que atacan sin piedad el  alma mía.

Y en medio de los álgidos fragores
causados por un miedo persistente
se cuelan los más lúgubres olores.

Y luego se desata nuevamente
la furia del horror exasperado
cercando sin piedad la propia mente.

Obscuro es el dolor desesperado
de ver alguna luz algo clemente
en este vendaval inusitado.

Y el cierzo cuyo frío ya se siente
hundirse en esta piel de dura escama
fustiga con gemido de insolente...

La obscura oscuridad que me difama
resuelve con penumbras su misterio
y plena de pavores me reclama.

Absorto en este triste cautiverio
perdido y alejado de la vida
esclavo de las sombras y su imperio

Soy todo lo que queda de mi herida
soy sólo lo que resta de mi espanto
y siento que me hundo en la caída
de abismos cuyo fondo está en mi llanto

jueves, 12 de marzo de 2020

Ansiedades



Una noche de espanto, una noche sin tregua
una noche de llagas y escorpiones y arañas
entre telas tejidas por la tétrica bruma
con ausencia de luna.

Una noche de llanto y quejidos ahogados,
una noche sin fin de escondido quebranto.
Tan oscura que nada se vislumbra en la vía.

¡Qué silencios macabros! ¡Qué chillidos horrendos!
Con las calles desiertas, soledades perpetuas
las ventanas que crujen y el golpear de las puertas
por un cierzo que gime y se lamenta y se entrista.

De la paz que serena ¡ no se ve ni una arista!

El silencio macabro y el chillido espantoso
de las niñas que gritan su dolor sin reposo.

Madre mia, madre Santa,
cuánta angustia te embiste
cuánta angustia te embosca
y si tiemblan las hojas también tiembla tu cara

Madre mia madre santa
cuánta pena te envuelve como venda sagrada
y la angustia persiste y se tiñe de abrojos
de tu grata alegría solo quedan despojos.

Las esquirlas del miedo que te horadan el alma
las tinieblas se ajustan a tu metro y medida
y no quiere la vida
ni una sola plegaria
ni siquiera un acaso, ni si quiera un tal vez.

Y los vientos atroces
con sus silbos tenaces, con sus lloros y cuitas
con sus ruidos mordaces y sus hondos pesares
y tu mente aflijida que de pronto palpita.

Y en la calle, la salma que se esconde en rincones
en esquinas tullidas por adustos faroles
y un silencio de tumbas y un chillido de muerte
que te hiela la sangre, que te quita la suerte
y la acera es de hiel y la calle es de lata.

Y la piel se te eriza, la pupila dilata
sus oscuros deseos de escapar de la nada
de escapar y correr sin siquiera saber
hacia dónde diriges esos pasos veloces
con qué mueves tus pies
sin que quieras hacerlo,
sin siquiera lo notes.

Los silencios macabros, los chillidos horrendos
que te hielan la sangre, que te erizan la piel
se repiten sin tregua en la noche sin luna
y no puedo entender lo que tanto te asusta.

Lo que tanto me inquieta, lo que tanto me abruma
lo que eriza mi piel.

Lo que siempre me angustia y me eriza la piel...