lunes, 29 de junio de 2020

La muerte vuela

La muerte vuela en alto con alas extendidas
con sombras de silencios y gritos de cegueras
la muerte vuela en alto, buscando una presencia
disuelta en los espejos que guiñan a la luna

Y un franco deterioro se acuesta lujurioso
al lado de rendijas por donde escapa el alma.
Y llueve desde adentro con lágrimas de inercia
con labios que dibujan sus dos ceráceas muecas.

La muerte que alza el vuelo, por sobre las cabezas
de tanta gente ingenua, ignara del destino
con alas extendidas, se acerca sigilosa
y entrega su caricia cubriendo las heridas
que causan sufrimiento...
en cualquier momento


miércoles, 17 de junio de 2020

Hipocondría


Dolores que se vuelven amigables
de tanto soportarlos de continuo
que cuando ya se van los extrañamos
con cierta dejadez de masoquismo.

Dolores que te lanzan a un abismo
de suerte que la muerte se avecina
queriendo ese consuelo naufragado
en aguas de torrentes tumultuosos.

No sé si este dolor es impaciente
o si es que siendo yo el impenitente
no puedo ya pensar en otra cosa
aparte de ésta pena muy curiosa.

Me duele hasta pensar en nimiedades,
dejando de pensar me duele el alma
así este acompañante tan leal
me sigue a todas partes todo el tiempo.

Dolor que me acompañas tiernamente
aleja de tus garras mi simiente.


Polvo sobre polvo

Polvo sobre polvo
y bajo el polvo, sueños.

Deseos desprendidos de conciencias
heridas por el paso de los años.
Retazos de añoranzas extraviadas
y ruegos destrozados por la vida.
Quimeras que se extienden sin piedad
dejando sus cadencias de alegría
atadas a cadenas de nostalgia
henchidas de mortal melancolía

Polvo sobre polvo
y bajo el polvo, espera.

Regresan ansiedades vagas
queriendo amamantar proyectos.
Y vuelven los deseos desnudos
buscando atravesar ensueños
y plumas con la tinta seca
reescriben nuevos versos mudos.
Los versos de escondrijos sordos
que están en madrigueras sucias.

Polvo sobre polvo
y bajo el polvo, llagas.

Dolores que se afianzan tanto
que ya casi el dolor es socio.
Ahora nos inunda el ocio,
y llueve con ahínco franco
aún cuando hay un sol de oro.
Dolores que no paren llanto
dolores que son medicina
amarga como un viejo espanto.

Polvo sobre polvo
y bajo el polvo, herencia.


martes, 2 de junio de 2020

Laberintos



Laberintos que aparecen de la nada
construyendo recovecos imposibles,
sin esquinas, sin salidas admisibles, 
son atascos de una mente desahuciada.

Laberintos que se forjan cual balada
de silencios, por demás, inaccesibles.
Atascados en momentos impasibles
no vertemos ni una lágrima callada.

Laberintos de tendencia al infinito
que se esconden, contingentes, tras de un mito
a la espera de las luces de esperanza.

Desengaño persistente que se afianza
en las sendas de ilusiones consumidas
como ortigas, como hiedras absorbidas

Se retuercen como sierpes venenosas
las paredes de este vasto laberinto 
y no quedan ni razón ni ciego instinto 
que me saquen, finalmente, de estas fosas. 

Y entre limbos, y entre lógicas facciosas
se debaten las censuras de un precinto
cuyo sello no parece tan distinto
a las luces de quimeras fantasiosas. 

Lobreguez que no disipa su existencia 
ni siquiera ante la luz de la conciencia. 
Y es en esta oscuridad que me extravío. 

Laberinto tenebroso, duro y frío 
como eterna pesadilla que no cesa. 
Laberinto en que mi mente queda presa.